Mis aptitudes no son ni mas ni menos que las de una persona corriente, con un ego que me hace creer superior a la media en cuanto actividades mentales se refiere, y un uso indiscriminado de recursos estilísticos que avalan mi mentira.
Pero la vergüenza me ayuda y me empuja al esfuerzo. Cada ocasión la aprovecho al máximo para aprender y nutrirme; y haciendo un sobrehumano uso de memoria soy capaz de con retales, crear un aparente dominio de la situación, y sobre este, comenzar un tedioso pero efectivo ejercicio de aprendizaje con el que sentar unas bases.
Sinceramente, el que no pregunta no aprende. Fallaré y seré corregido. Asumiré responsabilidades que me superen años luz. Improvisaré y haré uso del ensayo error.
Pero antes o después, sin apenas notarlo, me podrán llamar experto.
señor ingeniero
ResponderEliminarjajajaja oyeee ahi hay calidad chavalitooo!
ResponderEliminarmañana bbq eeh a ver como se daaa