sábado, 6 de junio de 2009

Elecciones, el estado de democracia.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en el artículo 21:

“Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”.


Parece evidente que es importante votar, es un derecho fundamental de los derechos humanos.

 En éste, nuestro país, se lleva mucho lo de los derechos humanos, y como país acomodado en el primer mundo, éstos se hacen cumplir con todo el peso de la ley. En éste, nuestro país, la gente olvida con demasiada facilidad de lo que tienen entre manos. Es la libertad de expresión en estado puro, la opción de aportar, en su justo porcentaje, para un cambio a mejor. 

Pero no ha de verse como un derecho, moralmente ha de ser una obligación, hay que ejercer, aunque no estemos de acuerdo con nada y votemos en blanco, demostrando así nuestra insatisfacción. Por lo menos toda esa gente que no para de criticar y quejarse, toda esa gente insatisfecha con el poder y todos aquellos que sin mojarse ni aportar lo que en su mano está añoran un cambio. 

No intento convencer a nadie para que vote a la oposición, ni al gobierno actual, ni a ninguna alternativa. Cada uno es libre de creer en lo que quiera, y sólo con una participación cercana al 100% se puede tener un gobierno representativo. Igual se merecían un voto en blanco general, una España en protesta general, o igual por muchas cosas malas que veamos, esté el gobierno que esté, nuestro país avanza mejorando día a día con una buena simbiosis entre ciudadanos y gobierno. 

Yo ahora iré a votar, me sentiré ciudadano y recogeré mi derecho no escrito de opinar. Así podremos quejarnos de temas como "Bolonia", o en el caso de que nos parezca bien, apoyarlo con la satisfacción de tener, gracias a dios, un gobierno democrático y electo. 

Aún queda muy cerca y muy presente la sombra de la dictadura, y aunque fuese sólo por respeto a los que vivieron esa época y a los que murieron defendiendo unos derechos universales que nos habían robado a punta de pistola, hemos de perder ese rato de nuestro domingo de descanso.

Salga lo que salga que lo elija el pueblo.


Alea iacta est 

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