Hasta el 40 de mayo

Con el verano tocando la puerta hoy he vestido mi chupa, día 40 de mayo, y me gustaría enormemete poder guardarla hasta septiembre. Hoy he madrugado más de lo normal porque los trabajadores de renfe hacían huelga, aunque un tardío acuerdo les ha hecho desconvocar. Hoy es el primer día con mi nueva guitarra de 12 cuerdas, mi nuevo inqulino, el lío del curro y una cantidad incontable de sueño, y todo esto no hace si no agravar aún más mis defectos, de los cuales estoy ampliamente orgulloso, ya que componen mi personalidad y me dan ese toque que sólo yo podría darle a las acciones que desarrollo.




No soy caritativo, me preocupo y muestro interés a lo que realmente me importa, no lucho, aunque quisiera, por ayudar al más desfavorecido, y si lucho, y mucho (rima y juega feliz) por que mis seres queridos disfruten de mi compañía tanto como disfruto yo de la suya.




Me exprimo por las mañanas el cerebro para no perder mi condición de ser humano, calculando al detalle mi ocupacionalidad, y planeando día a día la estrategia para llegar a mi objetivo sin llevarme a demasiada gente por delante.




Trato de ponerme en el lugar de los demás y no lo consigo, busco soluciones a los problemas absurdos y me rindo ante lo claramente superior.




Aunque sereno, confiado y seguro en mis afirmaciones, dudo a cada segundo, escondo verdades sabidas por todos y relato historias de ficcion de las que soy protagonista.




Calzo zapatos por cuestiones meramente estéticas y no me corto el pelo por alguna razón que aunque conozco no expongo.




Vivo deprisa y me encargo día a día de mermar mi salud para hacerme el tránsito por esta vida lo suficientemente corto como para morir en la cresta de la ola.



Descanso lo justo para poder estar de pie, actualizar y articular monosilabos las primeras horas de la mañana.



Canto en cuanto tengo ocasión y comparto mi tiempo a partes iguales entre ocio y disfrute.